El facesitting es una práctica sexual que involucra sentarse en la cara de otra persona para obtener placer sexual. También se conoce como queening o kinging, dependiendo del género de la persona que está sentada.

En la mayoría de los casos, la Diosa, por lo general y en este blog, que es de lo que vamos a tratar que se sienta en la cara de su sumiso con un doble afán: obtener el placer que desee y también el de poder controlar la respiración y el esfuerzo del sumiso.

El facesitting puede ser practicado en varias posiciones, como sentarse de cara a cara, sentarse de espaldas o de lado. También pueden utilizar almohadas o cojines para elevar su posición y mejorar el ángulo de penetración.

Facesitting y fetichismo de pies con Blanca en la terraza

Para muchas personas, el facesitting puede ser una experiencia altamente erótica y emocionante. La persona que está sentada en la cara de su pareja puede disfrutar de la sensación de control y poder que tiene sobre su pareja, así como de la estimulación sexual que recibe de la lengua y la boca de su pareja. Obviamente con las Diosas todo se centra en ellas: tú solo eres el objeto que van a usar para lo que quieran, humillándose y usándote. Tu placer no es su prioridad ni preocupación.

El facesitting también puede ser una práctica sexual que desafía las normas culturales y sociales sobre la sexualidad y el género. Debido a que se basa en la estimulación de la vulva, la asfixia y, si de da, la penetración oral en otro tipo de relaciones, el facesitting a menudo se asocia con la dominación femenina y la sumisión masculina. Sin embargo, es importante recordar que todas las personas tienen diferentes preferencias y deseos sexuales, y que el facesitting puede ser disfrutado por cualquier persona, independientemente de su género.

De todas formas, el facesitting es una práctica sexual que puede proporcionar una experiencia altamente erótica y placentera para muchas personas. Sin embargo, es importante tener en cuenta los riesgos y practicar con precaución y respeto mutuo.