¿Raro? No.
¿Extraño? Para nada.

La industria del zapato siempre se ha movido en un horizonte muy estrecho entre el fetichismo, la moda, el diseño y la disrupción de las convenciones. No hay prenda para los pies, especialmente los de mujer, que no tengan un reflejo en el mundo fetichita, desde las altas botas hasta el medio muslo a los stilettos más crueles, las plataformas más altas e incluso las zapatillas de estar por casa.

El fetichismo de zapatos es una constante, es una prenda que ha recibido mucha atención a lo largo de la historia de la moda y por el que se ha juzgado a personas, posiciones sociales o noblezas varias. No olvidemos que fue el Rey Sol, Luis XIV uno de los primeros en poner de relieve los zapatos con alto tacón para hombres, para marcar bien los gemelos, pero que generó en torno a esta prenda, sus lazos y hebillas, todo un lenguaje oculto muy cercano al fetichismo sexual más evidente.
Después, fue Nicolás Edme Restif de la Bretonne quien puso nombre al retifismo, a esa atracción sexual por el calzado (no confundir con la altocalcifilia, la atracción por los zapatos de alto tacón).

Razones psicológicas hay muchas, pero este no es un blog de psicología, aquí venimos a hablar de lo que nos gusta, de esos fetichismos.

El percibir, generalmente, unos pies de mujer dentro de unos zapatos que nos llamen la atención empieza a fijar el fetichismo, y buscamos más, queremos ver pies que nos gustan en zapatos que nos gustan. El fetichismo de zapatos es tan amplio como variados son sus estilos, desde los más vanguardistas a los más clásicos, desde los más disruptivos como unas plataformas de estética goth a unos stiletto Louboutin con su característica suela roja.

Elena da buen uso a sus tacones sobre su esclavo

Lo que se haga ya con el zapato en sí es cosa de cada cual, en esta casa, SSC mediante, no juzgamos ni comprometemos a nadie, solo queremos que cada cual disfrute con su fetiche que para eso están: para sentirlos, disfrutarlos, sentirlos, apreciar cómo nos aceleran el pulso.

Igual que para un fetichista de pies el verano es temporada alta puesto que abundan los pies con apenas dos o tres tiras de material alrededor, con chanclas y sandalias, el fetichista de zapatos tiene temporada alta todo el año; sin embargo el fetichista de zapatos no lo tiene todo como objetivo puesto que cada cual tiene sus preferencias.

Y nada mejor que tener una pareja que pueda hacerlas realidad calzándose unos zapatos que te gusten especialmente, o hacerlos partícipe de nuestros encuentros amatorios, no dejando que se los quite en la cama para sentirlos cerca, tenerlos a mano, excitarnos con ellos.

El fetichismo de zapatos es antiguo, muy antiguo, tanto como el momento en que alguien le gustó y sintió algo más profundo cuando vio a otra persona cubrir total o parcialmente sus pies con diversos materiales.