Uno de los elementos con los que más juegos encontramos en el mundo del fetichismo es cuando lo mezclamos con el yantar. Es decir, mezclarlo con la comida, uniendo lo que pueden ser dos pasiones, claro.

El fetichismo, que engloba personas, cosas, situaciones y elementos variados encuentra siempre un objetivo en su disfrute, en el contacto directo. La comida es otra pasión, está claro y en ocasiones puede estar o mezclarse con esas prácticas de fetichismo.

Desde comida dispuesta en partes del cuerpo a la fantasía de ser alimentado, desde servir una comida a tu objeto de fetiche como unos labios jugosos, una lengua generosa, a tener la fantasía de SER la comida que se va a disponer.

También está la fantasía de ser alimentado, el feederismo, donde uno ofrece , el feeder, y otro recibe, el feedee. Es una variante donde se obtiene un gran placer de alimentar/ser alimentado.

No es el único fetiche con la comida. Como sabemos una gran parte del fetichismo está en el deleite visual, y en esto entra el foodsmashing que consiste en ver comida aplastada por varias partes distintas del cuerpo y, si además es una parte sobre la que tenemos algún fetiche, ya ni os cuento. Este tipo de fetichismo puede ser ver cómo alguien aplasta pan o pasteles con la cara, por ejemplo.

Y cómo no, tenemos que hablar del sploshing. No es ni más ni menos que usar alimentos de consistencia blanda, sobre todo cremas, nata montada, mantequilla de cacahuete, miel, siropes, etc, sobre la piel desnuda (o puede que látex, vinilo, lo del gusto de cada cual) y darnos un atracón con ello. No en vano aparece hasta en el Kamasutra. También pueden ser cosas como tartas, pan o similares, claro.

Así que ya sabéis: ¡jugad con la comida!