El fetichismo, a la hora de comunicarlo, siempre es un asunto peliagudo, porque no sabemos hasta qué punto puede ser aceptado o rechazado por los demás. De ahí que muchas veces, ya sea el fetichismo de pies, el fetichismo de zapados, como el fetichismo de tacones, botas o zapatillas, o algo más exótico como el fetichismo de globos o látex, se viva en silencio, como una parte que siempre se esconde al mundo exterior.

El mundo del fetichismo es muy amplio pero comunicarlo a nuestra pareja, sobre todo si nos conoce o conoció en un entorno «vainilla», puede ser delicado a la hora de comunicarlo.

Vivir el fetichismo en soledad puede ser fascinante para algunos, ese secreto oscuro de que te gusten los pies de las mujeres, que te metan los pies en la boca, la adoración de pies y sentirlos sobre la piel. Mientras que otras personas querrían compartirlo más con sus parejas pero tienen miedo al rechazo. Y por supuesto que este punto puede existir, a fin de cuentas somos humanos y lo que le gusta a uno puede no gustarle a otros. Quizás la barrera más importante que debemos saltar a la hora de comunicarlo son los prejuicios.

fetichismo de zapatillas

Prejuicios

El fetichismo, confesémoslo, nunca ha tenido buena fama. Muchas veces se toma como una perversión o conducta desviante. A fin de cuentas está clasificado como una parafilia, pero esto no es más que un gusto alternativo por cosas en las que otras personas o la «sexualidad estándar» no se fijan porque carecen de interés o tradicionalmente se entiende que eso no tiene por qué gustarte con finalidades de excitación. Pero qué sabrán ellos.

A la hora de comunicarlo quizás la parte más importante es presentarlo con naturalidad y si entendemos que la barrera es amplia, irlo tocando con delicadeza. A fin de cuentas nos toca exponerlo a los fetichistas por que los «normis» no lo han planteado o tienen prejuicios emergidos del desconocimiento.

Así, a nuestra pareja, no le espetaremos un «quiero que me metas los pies en la boca» así, de sopetón, sin cariño ni un café por delante. La estrategia más acertada será alabar esa parte de su anatomía que nos gusta y trabajarlo progresivamente. Empezando por un «qué pies más bonitos tienes», «me encanta cómo te queda ese color de uñas» y poco a poco empezar a trabajarlo, haciéndole ver lo especial que es esa parte de su cuerpo para nosotros. Ofreciéndonos tras un día duro a masajearlos, cuando se adquiera el hábito tras cuatro o cinco veces, darle algún beso o cuidado extra. Poco a poco incluirlo en nuestros juegos de cama, como acariciarlos durante o antes del sexo, besarlos, etc. Para que la persona se de cuenta de que es una parte de su anatomía que nos gusta.

A partir de ahí, jugar más, enseñarle lo que nos gusta pero con tiento, como «tus pies estarían geniales con esas sandalias o esa laca de uñas», o ponerlo sobre nuestro cuerpo en algún momento de relax, sobre nuestro pecho, para acariciarlo, etc.

Eso es un ideal desde luego. Y lo mismo para con otros fetichismos, donde siempre los comunicaremos usando la picaresca, la diversión y la excitación. Quitar unas bragas en un ascensor y olerlas delante de ella, ensalzando su olor, ponerle unos zapatos en casa antes de salir con cuidado y devoción por esos tacones o sandalias, hacerle sentir que esa parte es especial para nosotros porque forma parte de él/ella.

Por supuesto puede haber personas que lo consideren como algo demasiado «desviado»… y eso que solo hablamos del fetichismo de pies. Si habláramos de otros como axilas, ropa de látex, saliva o zapatillas de estar por casa, que es algo más difícil de integrar… Pero siempre hay maneras. Lo esencial es demostrar lo mucho que nos gusta de una manera natural. Obvia al principio la palabra «fetichismo», pero no por vergüenza, sino por lo sobada y mal empleada que está, por las connotaciones negativas. Ya vendrá el momento de usarla convenientemente.

Lo esencial siempre es y será comunicárselo a nuestra pareja de forma natural y perfectamente normal como un gusto más. ¿Qué es mejor, que te guste lo que a todo o poder agregar más cosas a lo que te gusta de tu pareja?