Domina Elena, descalza, con sus pies talla 39 y las uñas negras decide sacar al sumiso fetichista de la jaula, después de darle sus pies para que los adore. Le da instrucciones para que limpie la habitación mientras ella lo mira, tumbado en la cama. El sumiso tendrá que limpiar mientras adora sus blancos pies que ella no deja de pasarle por la boca y por la cara.