Domina Ghalia tiene un nuevo objetivo en la mazmorra: divertirse feminizando al esclavo. Lo humilla después de tironearle de los pezones poniéndole un tanga, haciéndole adoptar posturas distintas y vistiéndolo como un camisón rosa. Después lo entrena en poner condones a un dildo con la boca para que sea una buena zorrita y aprenda a adorar un buen pene… Como el que ella se pone en el strap-on y con el que no piensa tener piedad. Y lo seguirá provocando incluso cuando se masturba humillado a sus pies.