Necar, descansando en la mazmorra es despertado por Domina Ghalia, que irrumpe, recién llegada de la calle. Lo ata con una cadena de perro, lo pone en posición y le empieza a provocar pasándole los altos zapatos de tacón por delante. Necar debe atenderlos, limpiarlos sin saltarse las instrucciones de la Diosa que lo somete y chupar, lamer y obedecer, sufrir sus castigos en culo y pezones para poder servir mejor a su ama.