Domina Susana, equipada con un enorme strap-oon con un brutal dildo negro, atrae de nuevo a Necar para ser humillado. Lo va provocando con azotes con la mano y la pala hasta que finalmente se sienta y prepara ese enorme miembro para que el sumiso deje a un lado su virilidad y lo adore, lo chupe y lo trabaje como es su deber, siguiendo las instrucciones de la diosa y sintiendo cómo lo humilla pasándoselo por la cara y golpeándole con él.