Resistir la tentación de los pies perfectos, de la 36, agitándose delante de ti, es difícil y este sumiso lo sabe. Sabe que tendrá que ganarse el poder chuparlos, lamerlos y complacer a Ghalia con su boca y lengua en sus piececitos.
Resistir la tentación de los pies perfectos, de la 36, agitándose delante de ti, es difícil y este sumiso lo sabe. Sabe que tendrá que ganarse el poder chuparlos, lamerlos y complacer a Ghalia con su boca y lengua en sus piececitos.