Puedes mirar los pies de tus dos diosas… y no dejar de tocarte mientras ellas te dicen lo que debes hacer. Mira sus pies, sus plantas, sus dedos, escucha cómo te humillan, se ríen y te dicen qué hacer, como el pajillero que eres.
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… y no dejar de tocarte mientras ellas te dicen lo que debes hacer. Mira sus pies, sus plantas, sus dedos, escucha cómo te humillan, se ríen y te dicen qué hacer, como el pajillero que eres.
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